Los jóvenes casi no usan el teléfono para hablar. Lo utilizan, mayoritariamente, para comunicarse a través de textos, sea vía SMS, mensajería o redes sociales. Y dejan las conversaciones para casos excepcionales, o para cuando deben interactuar con personas mayores.
Sólo a través del servicio de mensajería instantánea WhatsApp se envían unos cuatro mil millones de textos al día en el mundo.
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El diálogo a través de pantallas y del texto permite a los adolescentes construir una relación en un espacio más libre y hablar de temas que de otra manera no abordarían. “Los adolescentes ven en la pantalla un buen lugar para compartir confidencias difíciles de expresar en persona. La mediación electrónica permite a los adolescentes hablar de sí mismos con menos inhibición, evitando el cara a cara y el juicio valorativo de sus pares.
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